FUNDAMENTOS DE LA MASONERÍA
QUIÉNES SOMOS LOS MASONES?
El Masón es una persona que, sencillamente, construye para sí mismo una vida mejor usando como modelo simbólico las herramientas de la Arquitectura y la Construcción.
Nos hemos unido a la Masonería para ayudarnos a nosotros mismos a ayudar a otros. No lo hacemos para sacar provecho comercial, social ni económico de ella. Venimos a dar, no a pedir. Un buen Masón, está a menudo donando de sus recursos, habilidades y tiempo para beneficiar a otros. Dedica las horas del día para proveer para sí mismo y los suyos abundantemente. Dedica horas de estudio y meditación para construir relaciones sólidas con su familia y comunidad. El masón, se encuentra combatiendo activamente la ignorancia, la mentira y la ambición.
Entre nosotros nos reconocemos como Masones, una palabra cuya traducción es “Constructor” y que hemos usado por siglos para significar que somos los edificadores de nuestra propia vida y la de la sociedad donde interactuamos, siguiendo el diseño divino de quien nosotros llamamos el Gran Arquitecto del Universo. Este es el nombre con el que los Masones designamos a la concepción que cada uno tiene de la Divinidad.
ENTONCES, ¿LA MASONERÍA ES UNA PRÁCTICA RELIGIOSA?
La respuesta debe darse dependiendo de la idea que sobre religión tenga quien haga la pregunta.
En el sentido escatológico, no lo es: la Masonería no ofrece “Salvar” a sus miembros en un estado celestial particular por seguir un conjunto de creencias o realizar un grupo de ceremonias salvadoras. Tampoco realizamos actividades de proselitismo ni predicación para atraer a otras personas hacia nuestra organización, porque no alegamos tener toda la verdad ni todo el poder para redimir a nadie de un supuesto estado pecaminoso o imperfecto. Finalmente, no aceptamos el dogma como forma de acceder a la verdad.
Sin embargo, si por religión se refiere a “Religados” en el sentido que le dio Cicerón a su etimología, entonces sí; porque nos consideramos ligados a nuestros hermanos por el vínculo del amor fraternal.
La acepción que sobre religión se tiene hoy es tan variada que resulta compleja su interpretación; pero, podemos decir con certeza que la Masonería no reemplaza a la religión en su sentido general y amplio. Si un Masón considera que una de las rutas para su perfeccionamiento moral es una práctica religiosa específica, está en su plena libertad de seguirla; este hecho no agrega ni disminuye en nada su condición de dignidad en la Masonería.
QUÉ HACEN LOS MASONES
Periódicamente nos reunimos en edificios especiales para tratar nuestros asuntos administrativos, nuestros proyectos de socorro y donde nos instruimos mutuamente en temas variados y normalmente muy interesantes.
A este centro de reuniones, lo llamamos el Templo; su diseño se basa en los principios de la Geometría Sagrada y su decoración es simbólica con el fin de estimular, de acuerdo con la capacidad de cada uno, diferentes niveles de aprendizaje.
Los masones también tenemos un buen sentido de responsabilidad social y ambiental. Por eso nos involucramos en actividades de ayuda a la comunidad, en actividades que impacten en ella positivamente impulsando buenos valores morales y cívicos. Por eso, también, realizamos actividades para cuidar el ambiente y hacerlo sostenible y adecuado para todo tipo de vida.
EN RESUMEN
Somos un grupo reservado que preferimos reunirnos en nuestros sencillos y simbólicos Templos a cubierto de las tormentas emocionales del mundo, en casi total anonimato, respetando la privacidad de nuestros hermanos y manteniendo sagradas nuestras conversaciones.
No nos interesan las luces que deslumbran, si no las que aclaran el camino. No nos interesan el reconocimiento ni la adulación públicos, si no la paz interior que resulta de saber que estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo por mejoradnos.
Por eso creemos que si el mundo viviera de acuerdo con los principios de la Masonería desaparecerían los males que lo aquejan.
CÓDIGO MASÓNICO
1. Adora al Gran Arquitecto del Universo.
2. Ama a tú prójimo.
3. Haz el bien y deja que los demás hablen de ti.
4. El verdadero culto a Dios consiste en las buenas costumbres.
5. Haz el bien por el amor al bien mismo.
6. Conserva tu alma pura; que pueda presentarse a toda hora, delante de Dios, libre de todo reproche.
7. Ama a los buenos, compadece a los débiles, huye de los malvados, mas no odies a nadie.
8. Háblales respetuosamente a los grandes, prudentemente a tus iguales, sinceramente a tus amigos y con ternura a los pobres.
9. No adules jamás a tu hermano, porque es una traición; y, si tu hermano te adula, desconfía que te corrompa.
10. Escucha siempre la voz de tu conciencia.
11. Sé el padre de los pobres; cada suspiro que tu dureza les arranque será una maldición que caerá sobre tu cabeza.
12. Respeta al extranjero y al viajero, porque su posición les hace sagrados para ti. Cuando a tu vez seas extranjero, no abuses de esa circunstancia pretendiendo mayores consideraciones que las de la justicia.
13. Evita las disputas y prevé los insultos, poniendo la razón de por medio.
14. Respeta a las mujeres. Jamás abuses de su debilidad y muere antes que deshonrarlas.
15. Si el Gran Arquitecto del Universo te da un hijo, dale gracias; pero tiembla por el depósito que te confía, porque en lo sucesivo, tú serás para ese niño la imagen de la Divinidad. Haz que hasta los diez años te tema; hasta los veinte, te ame y hasta la muerte te respete. Hasta los diez años, sé su maestro; hasta los veinte, su padre, y hasta la muerte, su amigo. Enséñale ante todo buenos principios y después, bellas maneras. Que sea mejor un hombre honrado, que un hombre hábil.
16. Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja y que todo redunde en beneficio de tus hermanos, para tu propia utilidad.
17. Sé siempre contento para todo, con todo y de todo.
18. Jamás juzgues ligeramente las acciones de los hombres; perdónalas y no las condenes. El Gran Arquitecto del Universo es el que sondea nuestros corazones, es Él, sólo, quien puede apreciar su obra.